Francisco De Solis
La inmaculada concepción

La inmaculada concepción
Dimensiones: sin marco 168 x 139cm
Composición realizada en forma piramidal en cuya cúspide se encuentra la paloma del Espíritu Santo. En torno a la paloma hay dos grupos de angelotes, portando los de la izquierda de la composición una corona, con la intención de coronar a la Virgen, que a su vez lleva la de doce estrellas. Bajo el Espíritu Santo y centrando la escena, sobre un lecho de nubes, se encuentra la imagen de la Inmacualda Concepción. Viste su característica túnica blanca y manto azul, símbolos de la pureza y la eternidad respectivamente. Tiene bajo sus pies, la cual pisa, a la media luna como símbolo del triunfo sobre el protestantismo, y una nutrida corte de angelillos revoloteando que se encuentran en la base de la composición con algunos de los atributos marianos; portan hoja de palma, azucena, lirio o girasol, mientras otros sujetan la túnica o el manto de la Virgen. En el ángulo derecho inferior, casi imperceptible, se encuentra la serpiente con una apetitosa manzana en su boca, también bajo los pies de la Inmaculada, como símbolo que triunfa sobre el pecado.
Como buen escenográfico del Barroco, el pintor realiza una magnífica composición en la que aplica con cortas y finas pinceladas unos colores básicamente cálidos, salvo el azul del manto. Aporta sensación de movimiento en los gestos, el cabello y sobre todo en el manto de la Virgen. El fondo, elaborado con tonos amarillos y anaranjadops da calidez y majestuosidad a la escena. El Dogma de la Inmaculada Concepción se introdujo con fuerza en la España de la Contrarreforma por lo que serían numerosas las representaciones iconográficas de la Virgen María. Muchos fueron los artistas que trabajaron esta temática, mencionando sólo a algunos como Pacheco, Murillo, Velázquez, Valdés Leal y el propio Francisco de Solís. Obra pintada al Óleo sobre lienzo y tiene un tamaño sin marco de 168cm x 139cm.