Manuel Cabral Aguado y Bejarano
Retrato de joven con abanico

Retrato de joven con abanico
Dimensiones: sin marco 83 x 62cm
Retrato de una mujer joven que centra la composición. Plasmada en tres cuartos está de frente y mira fijamente al espectador. Viste un elegante vestido azul claro, característico del romanticismo. Entallado en la cintura, a modo de corpiño, y con falda ancha, lleva un gran escote ribeteado en negro pero a su vez, tras éste y hasta el cuello tiene un encaje blanco que transparenta la piel; en el pecho, en el extremo bajo del escote y con una tela blanca para que no haya transparencia, luce un gran broche. Las mangas largas se ensanchan, también ribeteadas con filos negro y encaje, hasta llegar a las muñenas. El brazo izquierdo de la joven lo lleva a lo largo del cuerpo sin verse la mano, pero el derecho lo tiene flexionado, apreciándose la mano a la altura de la cintura y con la que sujeta delicadamente un abanico semi abierto. El rostro de la joven es delicado, lánguido aunque de mirada intensa. El pelo oscuro lo lleva recogido hacia atrás, con una marcada ralla en medio, adorna ambos lados del pelo con flores blancas y rojas.
Lleva pendientes rojos, tal vez de coral. El fondo de la composición es oscuro, resaltando a la joven retratada, particularmente el azul de su vestido. El magnífico retrato lo realiza selautor con gran delicadeza, en especial con la paleta cromática que emplea. Aunque Manuel Cabral trabajó otros temas, fue un especialista en el retrato, género en el que se desenvolvió con talento, dadas las cualidades técnicas y la naturalidad que supo dar a sus retratados. Tal vez por ello, la nobleza y la alta burguesía sevillanas vieron en él a un retratista con capacidad creadora para ennoblecer los modelos, a la vez que los dotaba de una atractiva animación romántica. Tiene un tamaño del lienzo sin marco de 83cm x 62cm.