Escuela española del siglo XVII. Seguidor de Mateo Cerezo el Viejo. Santo Cristo de Burgos. Óleo ...

Escuela española del siglo XVII. Seguidor de Mateo Cerezo el Viejo. Santo Cristo de Burgos.
Óleo sobre lienzo. El Cristo lleva faldellín blanco con puntillas, llagas en los brazos, la marca de la lanza en el costado, los ojos cerrados, la boca abierta y tres huevos en los clavos de los pies que han suscitado diversos significados como la ofrenda de un devoto por una gracia concedida, otro más iconológico donde el hueso es signo y símbolo universal de la vida, siendo anuncio de la Resurrección de Jesús o símbolo alusivo a la fragilidad de Cristo en la cruz. Todo ello sobre un fondo negro. 52 x 38,5 cm. Aunque sin tanta fama como su hijo, Mateo Cerezo el Joven, su obra pertenece al tenebrismo barroco del siglo XVII. Este artista trató en varias ocasiones el tema del Santo Cristo de Burgos. Así, se sabe de la existencia de otros cuadros semejantes de Mateo Cerezo el Viejo en la catedral de Santo Domingo de la Calzada, en el monasterio de las Huelgas Reales de Valladolid o en la iglesia de Santa Marina de Oxirondo, en Bergara (Guipúzcoa). Su devoción nace en el siglo XIV con la imagen que se veneraba en una capilla del Convento de San Agustín en Burgos. Ha sido y es la devoción más extendida por toda España e Hispanoamérica, debido sobre todo al desempeño de los agustinos y al de muchos fieles que dejaron atrás su tierra para emigrar al Nuevo Mundo.